Odio los aniversarios, conmemoraciones, efemérides y años de (excepto el año Orwell en 1984, que me reafirmó en la inveterada manía que le tengo). De modo que este mes pasé de puntillas por no sé qué aniversario de Groucho Marx, hasta que hoy me he encontrado con una magnífica "entrevista" con él publicada en Migramundo, de Guillermo Pardo. Esta es la entrada:
Sinceramente, nunca creí que el señor Marx, Groucho, me concedería una entrevista. Pero soy afortunado y, tras varios intentos, lo conseguí. El señor Marx, Groucho, me recibió una noche en Casablanca mientras, tocado con un gorro con forma de coco, preparaba una aromática sopa de ganso. Recuerdo que fue un encuentro memorable porque un tipo montó un lío tremendo en el hotel de al lado, al parecer por un mal día en las carreras. Mi anfitrión quiso compensar tanto alboroto con una invitación al circo, que cambió por una noche en la ópera cuando le dije que yo era alérgico a las plumas de caballo. De tanta cháchara, al amable señor Marx, Groucho, se le aguó la sopa. “Soy incapaz de pensar con el estómago vacío, amigo”, me dijo mientras con el índice derecho violaba una redonda voluta desprendida del humo de su cigarro. De modo que se acercó a la despensa y extrajo nuestra cena de una lata sabrosamente repleta de amor en conserva.
entre aqui y no espere encontrarme con esta babosada.maldito!eres un idiota
Publicado por: James Fonseca | 30/08/12 en 5:43