Hace pocas semanas que salía Dolors Camats, dirigente de Inciativa de Catalunya-Verds, para pedir árnica a los medios de comunicación y achacar a los profesionales de la información y las empresas en que trabajan los errores cometidos por su propio partido. Fue un patético espectáculo, impropio de un partido "de lluita i de govern" salir a pedir tiempo de descuento y a reñir al respetable, todo en una tacada, que demostraba cierto nerviosismo impropio de personas que han desarrollado ciertas conchas en su lomo. La "esquerra de debó", en la que muchos hemos militado y a la que hemos votado, no sólo demuestra poca cintura sino algo peor: ella mismita se ahoga en los remolinos que ha creado para trajinar de trasmano una realidad que no es capaz de trabajarse de cara.
La gestión, por llamarla de algún modo, de la sequía del año pasado, fue un ejemplo de toda una cultura política de unos dirigentes formados en la mejor escuela marrullera del tacticismo y el engaño. Una consecuencia que, curiosamente, se ha señalado poco es que el resultado fue poner en crisis al sector de la jardinería, la flor y la horticultura, cosa curiosa no sólo en una formación que dice apoyar la ecología y los trabajadores. Las políticas de racionamiento del departamento de la Generalitat dirigido por los ecosocialistas fueron la muerte de los vegetales y la ruína de los trabajadores. Como suele pasar, cuanto más grande es la pifia más oculta queda.
Los actuales dirigentes de ICV son, y digámoslo con todo cariño, el pelotón de los torpes que quedó del PSUC después de pasar por dos pruebas de fuego. La primera, los V y VI congresos, en los cuales esta dirigencia aprendió las habilidades del pasteleo más guarro que se puede dar en las cocinas políticas. La segunda, la transformación de un veterano partido socialista y no socialdemócrata de prestigio europeo en una piltrafa ideológicamente inane, a partir del empeño de unir nacionalistas de izquierda con supuestos ecologistas que, oh maravilla, se encontraban en las antípodas del primer ecologismo de raíz comunista parido por los seguidores del ala autoritaria del partido. El resultado no pudo ser otro que una burocracia tacticista y oportunista que ha venido creyendo que se puede gobernar un país a base de triquiñuelas y marranerías como las que les han permitido subsistir fuera del mercado del trabajo y de la verdadera gestión del conocimiento como la que llevó a cabo el añorado Antoni Farrés.
Las cargas policiales contra los estudiantes de los últimos días han venido a poner patas arriba la impostura. Para gestionar la policía democrática desde la izquierda hay que tener las tres b que aquél maestro del torero recomendaba a sus maletillas: bista, balor y buebos. Una policía a medio cocer y mal formada, con muchos sindicatos de intereses atravesándola, con muchos flecos de los que tiran los antiguos responsables políticos en la oposición, muy acostumbrada a trastear con el ciudadano pacífico infractor y no tanto con el delincuente internacional peligroso solamente se gestiona dando la cara, con impecables líneas de mando de lo político a lo profesioal y, vamos a decirlo de manera antigua, hacendo gala de sentido del honor y yendo de frente.
Pero si el conseller del ramo, cuando la prensa le pide cuentas del asunto, sale revelando un secreto de consejo de ministros, muestra ante su gobierno y sus ciudadanos que no le importa traicionar con tal de salvarse. ¿Quién va a respetar a un hombre así? ¿Quién va a obedeceer, seguir y creer a un hombre así? Nunca más mi voto a Saura e ICV. Eso no es la izquierda de verdad, eso es traición al gobierno de izquierdas, engaño a la ciudadanía y maltrato a estudiantes, paseantes y ciudadanos a los que sirven. Qué lástima que el presidente Montilla no quiera o no pueda expulsar esa gente del gbbierno de la nación.
Así como otras veces he sido crítico con algunas de sus opiniones, esta vez suscribo plenamente todas sus palabras.
Un saludo.
Publicado por: el perro apaleado | 20/03/09 en 21:34
No es nada frecuente encontrar artículos en que, al terminar la segunda lectura,solo queda la opción de ver en qué espacio se añade la propia firma.
Tal vez sea "de manera antigua" -que no obsoleta- subrayo "haciendo gala de sentido del honor y yendo de frente".
Cordialment,
Publicado por: Xiruquero-kumbaià | 22/03/09 en 8:25
Magníficas reflexiones sobre el tema. Un tema del cual parece que es difícil hablar como haces tú, de forma racional y ponderada. Me resulta dolorosamente patético escuchar a 'antiguos luchadores' intentando defender lo indefendible o incapacitados para hacer cualquier tipo de autocrítica que lleve a una renovación seria de la izquierda.
Publicado por: Júlia | 22/03/09 en 8:25
Molt bé Jaraba.
M'ha agradat descobrir el teu bloc amb un article que jo també subscriuria i que vingui d'un expsuquero encara li dóna més valor: lo del "pelotón de los torpes" és una bona definició a la que jo afegiria "sí torpes, pero agarraos a la teta". Amb el teu permís etrecomano al meu bloc: http://blocs.mesvilaweb.cat/xcapdevila
Publicado por: Xavier | 02/04/09 en 13:54